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Verano activo y sin preocupaciones: la importancia de la asistencia al viajero para los amantes del deporte

por admin

Con la llegada del calor, el verano invita a disfrutar de deportes al aire libre y aventuras en nuevos o conocidos destinos. Para quienes buscan aprovechar cada momento de actividad, contar con asistencia al viajero se vuelve esencial. Ya sea para practicar deportes acuáticos, o cualquier otra actividad, un seguro adecuado te permite disfrutar al máximo sin sorpresas, cubriendo cualquier imprevisto y garantizando tranquilidad durante todo el viaje.

Lejos de optar por una desconexión pasiva, cada vez son más los turistas que deciden imprimirle mucha energía a su viaje. Desde quienes no dudan en inclinarse por el agua y su clásico surf o la versión que suma el Kite, hasta aquellos que prefieren mover las piernas realizando fútbol, rugby o basquet. Para unos y otros, les compartimos las claves para una práctica segura.

Recomendaciones para  los fanáticos del agua:

    • Meterse siempre en lugares en donde haya guardavidas de servicio.
    • No hay que subestimar a la naturaleza. Por eso, hay que informarse sobre cuáles son las condiciones del agua: temperatura, profundidad, tipo de suelo, corrientes que predominen y tipo de fauna. Nada mejor que tomar los consejos de algún local.
    • Siempre nadar o practicar algún deporte acompañado o avisar a una persona que se encuentre en la costa. Evitar hacerlo por la noche.
    • No consumir ninguna sustancia que altere el sistema nervioso central: ni medicamentos recetados ni alcohol.
    • Abandonar el agua ante la llegada de un frente tormentoso ya que puede traer consigo una tormenta eléctrica. Una vez afuera, ubicarse lejos de elementos metálicos –atraen a los rayos.
    • No puede faltar el protector solar, cada dos horas o después de cada baño. 
  • Mantenerse hidratado, sin comer ni beber en exceso. 

 

A la hora de hacer deporte:

  • Entrar en calor: algunas series de elongación reducirán el riesgo de lesiones musculares.
  • De sentirse cansado, salir del agua para evitar calambres y contracturas.
  • De tener heridas no cicatrizadas, lo recomendable es no realizar actividades acuáticas para evitar el ingreso de gérmenes. 
  • Hay que ser precavido con las otras personas que están surfeando: la prioridad siempre la tiene el surfista que está más próximo a la rompiente de la ola.
  • En el caso de perder la estabilidad, hay que soltar la tabla. Hay más probabilidades de sufrir una lesión si una ola te arrastra junto a ella.
  • Al entrar en una zona con corrientes fuertes o arremolinadas, es muy importante no desesperarse. Por lo general, suelen conducir mar adentro y remar en contra sólo generará cansancio. Hay que hacerlo paralelo a la costa para salir del canal de corriente y luego remar hacia la orilla.

 

En el caso de optar por el Kite Surf, hay que sumar otras recomendaciones:

  • Asegurarse de que sea una zona apta para practicarlo.
  • Tener el equipo en buen estado.
  • De ser la primera vez en el mar, hacer bordes cortos cerca de la costa y de a poco ir alejándose.
  • Para despegar el Kite, alejarse de las personas.
  • Tener plena seguridad de dónde proviene el viento y cómo posicionar la vela para evitar accidentes.
  • En el caso de romperse el equipo, hay que tener perfectamente clara la maniobra de auto rescate para volver a la costa. 
  • Tener en cuenta que el Kite muy bajo pierde estabilidad ya que las olas frenan el viento.
  • Un frente tormentoso implica volver instantáneamente: el viento puede cambiar muy rápido o simplemente aquietarse.

 

Recomendaciones en altura:

Si el lugar de visita se encuentra en una altura por encima de los 2500 metros, existe una serie de trastornos que afectan a la salud, comúnmente conocida como el “Mal de altura”: suele darse durante las primeras 24 horas de estadía, por lo que la aclimatación es fundamental. Un lento proceso de adaptación en diferentes alturas para ver cómo va respondiendo el cuerpo a las comidas, a los líquidos, a los descansos, y a los ritmos.

Los síntomas que pueden aparecer se vinculan al dolor de cabeza, los mareos, las náuseas y los vómitos, la falta de apetito, el agotamiento físico, los trastornos de sueño, la elevación del ritmo cardíaco, y como manifestaciones más graves, los edemas pulmonares y cerebrales.

Cuidado con las enfermedades previas porque pueden intensificar los síntomas: las personas con problemas cardiológicos o pulmonares, hipertensión, obesidad, anemia o insuficiencia renal, deben tomar mayores precauciones y consultar a su médico de cabecera.

Mientras transcurre la adaptación, hay que evitar encarar actividades que demanden un gran esfuerzo físico. 

¿Qué otros puntos a tener en cuenta? 

  • Beber abundante líquido antes y después del ascenso. 
  • Evitar comer alimentos salados y elaborados. Las comidas líquidas se asimilan más rápido.
  • Suspender el tabaco y dejar a un lado el alcohol: aumenta el riesgo de deshidratación.
  • Abrigarse bien para contrarrestar el enfriamiento. 
  • Dormir a una altitud que sea menor a la que se estuvo durante el día.
  • Se necesita una buena combinación de conocimientos, experiencia, buen equipamiento, buen estado físico, y aptitud psicológica. 

Ante cualquier tipo de malestar, la primera medida efectiva es el descenso de altura. De persistir, no dudar en contactarse con el servicio de Asistencia al Viajero.

Al pensar en unas vacaciones en movimiento, es importante salir protegido con una asistencia al viajero que atienda las potenciales necesidades de un deportista. EUROP ASSISTANCE brinda un producto pensado para todos aquellos que se atreven a vivir nuevas experiencias, que tienen espíritu inquieto y soñador que se plasman en el surf, el esquí, o el rugby, entre otros tantos deportes.

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