Para cerrar el año con una experiencia única de introspección y renovación, el Jardín Japonés de Buenos Aires invita a vivir la ceremonia ancestral de purificación Kiyome. Este sábado 27 y domingo 28 de diciembre, los visitantes podrán participar en un ritual personal para despojarse de lo negativo y pedir un deseo para el 2026 mediante el toque de una campana.
Kiyome: el significado de una tradición milenaria
Kiyome es una palabra que proviene del verbo japonés Kiyomeru, que significa limpiar, lavar o purificar. Se trata de una ceremonia ancestral que se desarrollaba originalmente en los templos sintoístas de Japón y que se práctica hasta el día de hoy.
Su objetivo principal es crear un momento de confianza e introspección para liberar cargas negativas y purificar cuerpo, mente y alma. Es un encuentro con uno mismo para reflexionar, agradecer los buenos momentos y rogar por nuevas y mejores oportunidades, valores muy alineados con la búsqueda de bienestar y equilibrio.
Cómo se vive la ceremonia en el Jardín Japonés
La actividad se realizará en el sector del Campanario del Jardín Japonés, en el corazón de Buenos Aires. Para participar, los asistentes seguirán un ritual simbólico:
- Encender un incienso y apagarlo sin soplar.
- Hacer una reverencia y colocar el incienso en la paila.
- Acercar el humo hacia el cuerpo con las manos para purificarse.
- Realizar una reverencia final de agradecimiento antes de retirarse.
El momento culminante es el toque de la campana. Según la tradición, su sonido crea la energía necesaria para que los pedidos y deseos para el nuevo año sean escuchados y puedan cumplirse.
Información práctica para el visitante
La ceremonia Kiyome tendrá lugar el sábado 27 y domingo 28 de diciembre, en el horario de 11:00 a 18:00 horas. El acceso está incluido en la entrada general al jardín.
- Entrada general con DNI para residentes argentinos: $4.500
- No residentes: $13.500
- Gratuito: Personas con discapacidad (con certificado), menores de 12 años y mayores de 65 años.
El Jardín Japonés, declarado de interés turístico y Bien de Interés Histórico-Artístico Nacional, está ubicado en la intersección de Avenida Casares y Avenida Berro (frente a Plaza Holanda). Permanece abierto todos los días de 10:00 a 18:45 horas y se autofinancia a través de sus entradas.
Un refugio de armonía en la ciudad
Esta propuesta refuerza el rol del Jardín Japonés como un espacio cultural vivo que trasciende lo paisajístico. Ofrece una puerta de entrada a prácticas que buscan el equilibrio y la armonía, alejándose del estrés cotidiano.
La ceremonia ancestral de purificación Kiyome representa una opción profunda y significativa para despedir el año, invitando a los porteños y turistas a conectar con una tradición espiritual en un entorno de paz y belleza única.