Por Fernando Milo
Con un cielo que parece pintado a mano y un mar que despliega todos los tonos posibles del turquesa, Aruba es uno de esos lugares que logran detener el tiempo. Su apodo, “la Isla Feliz del Caribe”, no es un eslogan vacío: es una promesa cumplida desde el primer paso.
Tuve la oportunidad de visitarla y comprobar que este pequeño territorio —ubicado frente a las costas de Venezuela y fuera del cinturón de huracanes— combina naturaleza, cultura, hospitalidad y una infraestructura turística de primer nivel.
Y hay una gran noticia para los viajeros argentinos: a partir de 2026 habrá un nuevo vuelo directo entre Buenos Aires y Aruba de la mano de Aerolíneas Argentinas, una conexión esperada durante años que promete impulsar aún más el turismo entre Argentina y este destino caribeño, reduciendo tiempos de viaje y ampliando las opciones para quienes buscan playa, relax y aventura en un solo lugar.
Les comparto las algunas de las experiencias que no podés dejar de vivir en Aruba.
- Eagle Beach, una postal viva del paraíso
Caminar por Eagle Beach es caminar sobre harina blanca. Sus arenas finas y el contraste del mar con los icónicos divi divi trees hacen que cada rincón parezca una postal. No es casualidad que haya sido elegida varias veces entre las mejores playas del mundo. Ideal para descansar, nadar o disfrutar del atardecer con una cerveza Balashi local en mano.
- El Parque Nacional Arikok, naturaleza en estado puro
Casi el 20% de la isla pertenece al Parque Nacional Arikok, un territorio árido y fascinante, con cuevas, formaciones rocosas y caminos que conducen hasta la famosa Piscina Natural de Conchi. Allí, el Caribe muestra su versión más salvaje: el sonido del viento, los cactus y el oleaje golpeando las piedras crean un paisaje inolvidable.
- Oranjestad, una capital de colores y cultura
Oranjestad, la capital, es una explosión de arquitectura colonial neerlandesa, tiendas, cafés y vida local. Entre museos, embarcaciones y fachadas pastel, se siente la mezcla de influencias europeas, africanas y latinoamericanas que dieron identidad a la isla. Desde el puerto parten excursiones y cruceros, pero también se disfruta simplemente caminando sin rumbo
- Buceo entre naufragios y corales
Aruba es un paraíso submarino. El Antilla Wreck, un barco alemán hundido en la Segunda Guerra Mundial, es una de las inmersiones más impresionantes del Caribe. También se puede hacer snorkel en Boca Catalina o Mangel Halto, donde el agua calma y transparente deja ver peces multicolores y tortugas marinas nadando a centímetros.
- Palm Beach, el epicentro del disfrute
Hoteles de lujo, bares frente al mar y un ambiente vibrante hacen de Palm Beach el corazón turístico de la isla. Durante el día, es ideal para deportes acuáticos; al caer el sol, los catamaranes ofrecen paseos con música y cócteles que culminan con uno de los mejores atardeceres del Caribe.
- Gastronomía local: sabores que cuentan historias
Aruba es un cruce de culturas también en su cocina. Probé el keshi yena, un queso relleno de carne especiada, y el pan bati, una especie de pan dulce que acompaña todos los platos. En Savaneta, antiguos pescadores sirven el pescado del día frente al mar. Y en Oranjestad, los restaurantes gourmet combinan influencias neerlandesas, criollas y latinas.
- Faro California, mirador del norte
Ubicado en el extremo norte, el Faro California es un punto obligado. Desde allí, la vista panorámica muestra la costa árida, las dunas, los cactus y el contraste con el azul infinito del mar. Es un excelente lugar para tomar fotografías o disfrutar de un atardecer diferente.
- Aventura en buggy o UTV
Una de las mejores formas de conocer el costado menos turístico de Aruba es en buggy o UTV. Los recorridos por la costa norte permiten explorar playas escondidas, capillas, ruinas de oro y el antiguo Puente Natural, tallado por la erosión del mar. Es una experiencia que combina adrenalina y paisajes únicos.
- Baby Beach, calma para todos
En el extremo sur, Baby Beach es una laguna de aguas mansas y poco profundas, ideal para familias o quienes buscan un baño tranquilo. Allí se puede practicar snorkel sin esfuerzo y disfrutar de un almuerzo en los bares costeros, con música local de fondo.
- San Nicolás, arte y carnaval
Lejos de los resorts, San Nicolás muestra la otra cara de la isla: murales coloridos, galerías, bares locales y el alma del famoso Carnaval de Aruba, una celebración que combina ritmo, trajes deslumbrantes y alegría contagiosa. Es el corazón cultural de la isla, donde se siente el pulso auténtico del pueblo arubiano.
Un destino que invita a volver
Aruba no es solo playas de ensueño; es energía, mezcla de culturas y un sentido de bienestar que se respira en cada rincón.
Con la próxima apertura del vuelo directo desde Argentina en 2026, los viajeros de Argentina tendrán aún más al alcance de la mano uno de los destinos más felices y encantadores del Caribe.
Datos útiles:
- Idioma: neerlandés y papiamento inglés y español
- Moneda: Florín arubiano (se aceptan dólares estadounidenses)
- Mejor época para viajar: todo el año (fuera del cinturón de huracanes)
- Vuelo directo desde Buenos Aires: varias aerolíneas y se suma en el 2026 , Aerolíneas Argentinas
- Requisitos de ingreso: Pasaporte vigente y comprobante de alojamiento